martes, 24 de julio de 2012


El 9 de octubre González Faus presentó su último libro  "Otro mundo es posible... desde Jesús", en el Espacio Cultural de La Spezia. En la contratapa leemos:

El resumen de toda la predicación de Jesús (”el Reinado de Dios está cerca”) puede retraducirse hoy como “otro mundo es posible desde el Dios que anuncia Jesús”. Según los evangelios, ese anuncio de Jesús implica, además de la fe, una conversión que debe ser personal y estructural. Esta segunda quiere alcanzar a todo el mundo, pero afecta sobre todo a la Iglesia, que debe ser sacramento de ese Reinado de Dios.
El anterior párrafo permite comprender la estructura de todo el libro. Primero hay que acercarse lo más posible a los hechos (o al recuerdo y el efecto que dejaron éstos en los seguidores de Jesús) para intuir lo que Jesús entiende por “Reinado de Dios”. Los evangelios permiten atisbar muy claramente que Dios no reina cuando los hombres le dan culto, sino cuando “el hombre vive” (san Ireneo), y vive hasta la plenitud misma de la vida, que consiste en la plenitud de la comunión de los hombres entre sí y con Dios.
En segundo lugar, el libro intenta adivinar lo que debería ser una Iglesia “sacramento de esa comunión”, contraponiendo la eclesiología del Vaticano II a la de todas las reacciones contrarias a él, que siguen concibiendo una iglesia como sociedad “perfecta” porque ha sido dotada por Dios de autoridad y poder para regir el mundo. En las mismas categorías de la eclesiología del Nuevo Testamento (Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Morada del Espíritu) se percibe la conversión que necesita hoy una institución que acepte el anuncio de Jesús.
Finalmente, la conversión, además de estructural, ha de ser sobre todo personal. La tercera parte ofrece algunas pinceladas sobre la existencia cristiana en un mundo donde, infinidad de veces, más parece reinar lo que Jesús llamaba “el Príncipe de este mundo” que la paternidad de Dios anunciada por Jesús: la primacía de las víctimas, la forma jesuánica de orar, la radicalidad del seguimiento de Jesús o la visión de nuestra historia desde ese horizonte...
Las tres partes de la obra se estructuran así en torno a un célebre endecasílabo de Pere Casaldáliga, quien, después de confesar que vive “al acecho del Reino diferente”, define su existencia cristiana como la de un “guerrillero del mundo, de la Iglesia y de mí mismo”.